Capacita a tus empleados de la mejor forma

5Para que una franquicia vaya bien necesita que, el equipo que la forma, también funcione bien y, para ello, es imprescindible tener buenos empleados y capacitarlos en cuanto a lo que se quiere que hagan ya que, de lo contrario, es muy difícil que la franquicia se considerada una franquicia de éxito porque no va a lograr nada (debido a que los trabajadores, que son los que pueden hacer el trabajo en sí, no saben qué hacer o hacer las cosas mejor de las que ya lo hacen (cuando se pueden hacer)).

Ahora bien, capacitar a los empleados es una inversión que no muchos quieren hacer pero que es, no solo necesaria, sino que puede implicar un cambio importante con la competencia porque se logra que los trabajadores estén más felices (porque la franquicia se preocupa por ellos y por proporcionarles la información y formación que necesitan para cumplir con su trabajo) fomentando con ello que se sientan más importantes en la empresa trabajando de manera más eficiente e incluso sin importarles dedicar un poco más de tiempo después de la hora de salida. Y esto no es algo que lo digamos nosotros sino algo que está avalado por estudios y los propios especializados en temas laborales y en psicología laboral lo saben.

Muchas franquicias de éxito dan manuales de capacitación a los franquiciadores así como unas semanas de formación para poder ayudarle tanto en la compraventa (atención al cliente, administración, organización, gestión, etc.) como en la formación de otros trabajadores en caso de que así lo necesiten.

Claves para capacitar a tus empleados

Ya sea que seas una franquicia de éxito o que seas un franquiciador que quiera contratar personal para su tienda y no sepa por dónde buscar, te vamos a dar algunas claves con las cuales tener al mejor trabajadore y, a la vez, capacitarlos para el trabajo ya que tú mismo te darás cuenta de los que sirven y de los que no.

Entre esas habilidades manuales que vas a necesitar (para capacitar a tus empleados) están:

  • Preparar a los empleados. Para que una persona entienda cómo se hace un trabajo lo más normal es que vea a otra persona haciéndolo bien. Así observará, no solo el proceso, sino el producto final y podrá preguntar o fijarse en todos los pasos a realizar para después repetirlo varias veces hasta que lo interiorice como suyo y, finalmente, aprenda a realizarlo como debe ser.
  • Da información. La información es poder y es algo que hay que tener siempre presente porque los trabajadores no son adivinos y, si no les dices las cosas, ellos no van a saber hacer nada. Guíalos en la información y dales tiempo, las cosas no se aprenden de la noche a la mañana, requiere tiempo y, a menudo, es posible que las cosas vayan lentas.
  • La práctica hace al maestro. ¿Crees que no es así? Deja que practiquen, que lo hagan ellos solos, una y otra vez, para que ellos mismos se den cuenta de los errores que cometen y cómo solventarlos. No vas a estar encima de ellos todo el tiempo así que tienen que aprender solos ya que, de lo contrario, no sabrás si podrán trabajar con clientes de verdad y llegar a responderles y reaccionar ante distintas situaciones.
  • Haz un seguimiento de su progreso para saber si lo están haciendo bien. Si ves errores y no los están subsanando, coméntalo con ellos y dale soluciones para ayudarles a que tanto el servicio como el producto final esté conseguido al 100%.
  • Si el trabajo a realizar tiene muchas tareas y no son fáciles de entender, lo mejor es dividir el trabajo en pequeñas tareas con indicaciones fáciles. Es mejor que trabajen dos o tres personas en un mismo producto a que solo lo haga uno y mal.
  • No los agobies. Todo tiene su tiempo y, si no está preparado para clientes normales, quizás antes necesite aprender sin ellos.

Quizás esto pueda ser complicado al principio pero con el paso del tiempo verás que no es así y, no solo eso, sino que repercutirá positivamente en la calidad de tu servicio o producto y, de cara a los clientes, va a ser mucho mejor porque conseguirás que más se fijen en ti y quieran saber más. ¿Les has dedicado el tiempo que merecen a tus trabajadores o solo los has contratado con su currículo pero no te preocupas mucho más por ellos?

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